CUENTOS DEL GRUPO

 

Erase una vez en una noche fría de invierno, en la que una niña llamada Noelia esperaba impacientemente a Papa Noel. Todos los años lo esperaba, pero siempre se quedaba dormida. Pero… Este año no fue como todos los demás, Noelia se había tomado 2 cafés y un red bull para no quedarse dormida y poder contemplar con sus ojos a Papa Noel. Esa noche fue la más larga de su vida los minutos se le hacían horas y las horas días.

 

A la media noche se levantó a mear y a beberse un vaso de leche con galletas. Cuando estaba en el baño bajándose los pantalones escuchó un ruido, se los subió de inmediato y fue al salón a investigar. Justo cuando fue a encender la luz, vio a Papa Noel llorando.

La niña le pregunto-¿Qué te pasa Santa Claus?

Santa Claus le contestó- Se ha marchado mi ayudante y ahora ya no puedo repartir los regalos de todos los niños. (Llorando).

La niña le contestó entusiasmada.-¡¡¡Tengo una idea¡¡¡

¡¡¡Podría irme contigo a repartir los regalos¡¡¡

Papa Noel grito-Biennn que buena idea pero y tus padres te echaran de menos.

La niña le contestó-Tranquilo no pasa nada hoy es domingo y mis padres son muy dormilones habremos regresado antes de que se despierten.

Papa Noel contestó- Vámonos¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Los dos se subieron al trineo y se marcharon a repartir regalos por todas las casas, a la mayoría de niños les dejaron regalos pero había algunos que eran malos y les dejaron carbón.

Por la mañana la niña estaba cansadísima y Papa Noel también, él la dejó en su cama y  se fue al Polo Norte donde se durmió como un tronco y los pobres elfos tuvieron que mover sus 120kg de peso.

Cuando la niña se despertó les contó a sus padres la historia pero no se lo creyeron, al final la niña abrió sus regalos y se fue a comer en familia.